El intercooler (o enfriador del aire de admisión) está diseñado para reducir el consumo de combustible y, al mismo tiempo, aumentar la potencia y eficiencia del motor. Su función principal es reducir la temperatura del aire de admisión, haciendo que el aire sea más denso y, por tanto, optimizando la combustión. El intercooler reduce la temperatura del aire de entrada de 130 °C a 60 °C, contrarresta los efectos negativos del turbo y puede aumentar la potencia del motor en torno a un 20 %.
Las normativas medioambientales cada vez más estrictas (Euro 4, Euro 5, Euro 6) están empujando a los fabricantes a reducir la cilindrada de los motores diésel y gasolina para limitar el consumo de combustible y controlar las emisiones (downsizing).
Para mantener el rendimiento del motor y el placer de conducción, se añade un turbo o un compresor, lo que hace necesario el uso de un intercooler. Como resultado, el mercado de intercoolers está creciendo rápidamente.
Una solución innovadora que combina rendimiento y diseño compacto
Gracias a su experiencia como fabricante de equipo original en sistemas térmicos, Valeo ofrece una gama de intercoolers para el mercado de recambios con grandes ventajas:
Pruebas rigurosas de resistencia mecánica y a la corrosión (choques térmicos, vibraciones y durabilidad)
Ajuste exacto y eficiencia de refrigeración optimizada
Disponible en versiones refrigeradas por aire o por agua en la oferta de recambios
Compatible con la mayoría de las aplicaciones europeas más populares con turbocompresores: BMW, Mercedes, Audi, Volkswagen, Renault, Ford…
Todos los intercoolers se embalan cuidadosamente para minimizar riesgos de daños en el transporte y facilitar su uso.
Anticipándose a la evolución del mercado, Valeo ha desarrollado una solución revolucionaria y ecológica: el intercooler con refrigeración por agua, ganador del premio PACE 2013.
Esta tecnología utiliza agua, conductos de plástico (más ligeros y menos contaminantes que el acero), intercambiadores térmicos de alta densidad energética y una válvula EGR de alta presión. Esta mezcla de aire comprimido con gases de escape recirculados permite reducir las emisiones de CO₂ y NOx, aumentar la eficiencia y reducir el peso del conjunto.
En los mercados ASEAN, esta solución se ve sobre todo en vehículos europeos como los del Grupo Volkswagen.
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